Siempre serán las mismas. Las palabras.
Me invade un deseo infinito de poder usar otras manos
que deje de yacer esta lejanía adornada
estos caballitos de seda con los que invento un abrazo
para la soledad de lo que no esta
la histeria de no querer lo que esta ahí
aunque se lance, se llene de luces
Se pinte los labios de rojo para besarme,
marcarme, llamarme.
La vida dice: estamos vivos
en su misma tela se estampa.
Siempre serán las mismas. Las palabras.
¿Donde está mi bosque?
Estoy desesperada por encontrarte
pero no estás, no estás
y las palabras siempre, siempre serán las mismas
Las palabras.
Que no llegan a ahogarme nunca
ni son transatlánticos hacia ningún universo mortal
Son lo nombrado, no son tu boca, son lo nombrado
que se dobla en pedazos de ausencia
y se forma un polvo, un desierto, una nada,
las palabras.
Me invade un deseo infinito de poder usar otras manos
que deje de yacer esta lejanía adornada
estos caballitos de seda con los que invento un abrazo
para la soledad de lo que no esta
la histeria de no querer lo que esta ahí
aunque se lance, se llene de luces
Se pinte los labios de rojo para besarme,
marcarme, llamarme.
La vida dice: estamos vivos
en su misma tela se estampa.
Siempre serán las mismas. Las palabras.
¿Donde está mi bosque?
Estoy desesperada por encontrarte
pero no estás, no estás
y las palabras siempre, siempre serán las mismas
Las palabras.
Que no llegan a ahogarme nunca
ni son transatlánticos hacia ningún universo mortal
Son lo nombrado, no son tu boca, son lo nombrado
que se dobla en pedazos de ausencia
y se forma un polvo, un desierto, una nada,
las palabras.
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