A mi cuerpo dormido lo voy a zarandear en el suelo revuelto al compás del abismo de una pena.
Lo voy a volver un pastel de frutas para que el tiempo lo coma de a dulces pedacitos.
Cuando me despierte, voy a tratar de dirigirlo hacia vos, con esta fábrica de juguetes que tengo como cabeza.
Antes de llegar, el cuerpo va a dar unas vueltas rodando para que se le peguen las mariposas del aire, trocitos de tierra, pastos perdidos, algún chupetín pegado en el pelo, para que me veas linda, (tiene sus artimañas, yo lo dejo).
Cuando al fin llegue, los preparativos serán inútiles.
El cuerpo se va a poner a bailar alguna danza eléctrica,
Quizás solo pueda apoyar el dedo índice en tu nariz, con suerte se anime a juntar tu cara y su mano.
Este cuerpo, me saca a dar un paseo, sin permiso.
A veces entre nosotros hay un túnel lejano,
Y nos tropezamos con el sueño adelante.
A veces comemos flores y vomitamos suspiros,
Otras salen ríos desde los ojos y deseamos tener pájaros en los hombros para salir volando.
El cuerpo no entiende, si voy para acá o para allá,
Vibra,
Y me pide que lo desate.
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