Recordar todas las mañanas del mundo
Llevando el cielo atado a la muñeca.
Para morir con cara de pájaro,
asombrado de sí mismo.
Con la garganta, la boca,
la lengua y el signo
albergando el sueño
y el beso.
Para después abrirse,
y decir yo te amo.
Llevando el cielo atado a la muñeca.
Para morir con cara de pájaro,
asombrado de sí mismo.
Con la garganta, la boca,
la lengua y el signo
albergando el sueño
y el beso.
Para después abrirse,
y decir yo te amo.
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