No tengo otro lugar para hablarte
más que desde el borde de una palabra nocturna.
Se me hace azucar el éter solitario,
el polvo se disuelve y hace una capa en el aire,
entra adentro mío, existe.
el polvo se disuelve y hace una capa en el aire,
entra adentro mío, existe.
Da vueltas en la espera carcomida del nuevo festín,
en la misma mesa, sobre el viejo mantel.
No llego a ver más allá,
pensé que podía cambiarlo todo,
pero era el pequeño mundo,
de la nena saltando la soga en el barro.
Pusieron la ventana muy arriba, no llego.
No hay silla para subirse,
¿Es tarde para una noche anclada a la brisa en puntas de pie?
pensé que podía cambiarlo todo,
pero era el pequeño mundo,
de la nena saltando la soga en el barro.
Pusieron la ventana muy arriba, no llego.
No hay silla para subirse,
¿Es tarde para una noche anclada a la brisa en puntas de pie?
Encontré este blog a través de Torosalvaje y me pareció interesante. Quisiera seguir visitándolo. Saludos.
ResponderEliminarHola, bienvenido, gracias!
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