sábado, 22 de octubre de 2011

Femme.

Yo tenía el infinito
Más inmenso, si cabe
que el de dios...
Y luego había que volver a bajar,
desde esas regiones sublimes,
hacia las palabras...
                            Mémories d´un fou G. Flaubert.


Desnudos de nosotros,
peregrinamos sedientos
hacia la luz huérfana.
La fuente y el fuego.
Se encontraron dos perros,
(Curame, te curo).
El signo no nos toca la lengua,
(Respirame, te respiro).
Sabemos, la ingenuidad de la caricia por detrás
la cereza sobre tu boca entreabierta,
la hospitalidad desde soledades
carcomidas por hormigas.
Vuelvo, la pasividad de reina
hostigada por latigos nocturnos
levanta la pollera (Tocame)
Mientras pensas ausencias de mi,
bebo tu celeste, languida,
belleza espectral,
presencia infinita,
(Quedate, no quiero nada más).
Llorando sobre mis senos,
(Me como tu lágrima)
Perpetuando el anhelo,
del estúpido cuervo
que es mi amor.
(Quereme así)

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