Se perdió sin espectador
ni la luna, ni el amor.
La debilidad de saberse de otro
y hacer de ella un rostro nuevo
mientras por dentro una procesión
de hormigas nadaba en sangre,
era la señal.
Eso no es verdad, lo sabía.
Quiere amar con la fuerza,
la fuente natural, el principio santo de no ser nadie.
No en unos ojos
ni en un espejo
ni en una lluvia memoriosa,
ni una muñeca bien vestida,
ni en una niña tímida,
(no es una niña)
Es un aire revuelto en tierra
un polvo que salio a flotar
por un martillazo en el suelo.
quizá se exploto en el mundo
a la fuerza.
a la fuerza.
Es una mujer despeinada y vencida,
lista para morir, morir otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario