Y Esa voz que te gritó vives y no te ves vivir... V. Huidobro
Ruego quede en algún lugar
No me miraste así quizá nunca
no puedo saberlo
voy a tu ciudad cruzando los ojos
como dos puentes histéricos,
cayendo en el viaje de una piedra hacia el suelo.
Ruego tu cara me quede
para que la arrojes en el lago que da a mi vera
cada vez que se me caigan los parpados
y se barra la mugre y el espanto del amor
Ruego me quedes,
para que el día sea la verdad y un regalo.
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