lunes, 29 de agosto de 2011

Un nombre.

Un nombre. Sólo un nombre.
Tu etiqueta para el  fulgor mundano.
Tu encanto tanguedia irremediable.
Tu puente entre el asombro y el espanto. (La catarata del espejo).
Tu niño colgado entre las ramas del sauce.
Tu mapa hacia la muerte.
Tu fe y tu lumbre.
Un no-hombre, es un nombre.
Un nombre para mi nombre.






















































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