Desperté, entre al baño, el repetido espejo empañado:
No tengo puerta, perdí la llave.
Me siento olor a polvo, me pesan los ojos
no los quiero tapar.
Me descubro una raya nueva en el rostro,
el "contacto con la vida". Dijiste.
Estoy sola con esta cara y esta piedra.
A veces con una paz llena de arañas.
La ciudad es mi casa.
Mi molde de caramelo.
mi noche de mentira vencida,
mi carruaje de lirios.
Mi cuarto sin ventanas.
No puedo ir a otro lado,
si ya nadie quiere ir al lucero conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario