Buscando el símbolo perdido, descubrí que es este día nada más.
Este día que te enjuaga y te seca si te le animas a sacudirle el polvo a tu sombra. ¿Qué buscas?.
Voy atravesada de pies con una ramita seca en las manos, esperando que salga la primera flor.
El ocaso de los desvalidos ya sabe como decirme cosas lindas, para que me entretenga y siga ahí sentada en una piedra blanca con un lobo en mi sien, esperando, esperando con mi ramita redentora.
Van desapareciendo los signos y sigo ahí, frente al rio, (ya se hizo rio).
Mi rostro se hace antiguo, no hay más concepto de amor, pero esta la ramita atada en mi muñeca, porque yo la solté cuando vino la tormenta de arena, yo la solté.
Pero se quedo, porque al final la ramita es mi aleteo y tengo los ojos brillosos como dos uvas violetas recién lavadas para que te los comas, día.
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